"Mis logros no han sido fáciles, he recorrido largo caminos y gastado pisos,
no te pido que ames mi arte, solo respeta esta que es mi vida"
Y casi de inmediato me puse a pensar en algo que es tema recurrente en las sesiones de terapia.... El respeto; no solo a quien soy yo sino también a que otros sepan lo que soy, que respetan mi camino y mi decisión de vida.
Tengo que confesar que me costo mucho quererme así, bailarina, haciendo arte y expresándome a través de mi cuerpo. Yo fui desde los 6 años a un colegio católico, ahí querer ser bailarina no significaba nada, tenias que estudiar una carrera universitaria, en instituciones privadas, con cuotas muy caras, que finalmente eran mas de los mismo. Cuando me descubrí como bailarina, cuando me di cuenta que mi vida era un escenario y yo protagonista, fui contra todo eso; contra los que me decían que no iba a llegar a nada, que iba a dormir abajo de un puente, que no iba a ser nadie, que bailar era un hobbie.
Hasta ese momento nunca había sido capaz de decir "yo quiero eso, yo quiero bailar y ser una estrella y si no me vuelvo millonaria no importa, soy feliz haciendo lo que amo".
La terapia y encontrar gente que también ama esto me ayudo a darme cuenta que se puede llegar muy lejos. Con talento, esfuerzo, constancia y pasión si se puede.
Nosotros no necesitamos solo el cerebro para estudiar. Nuestras herramientas de estudio son el cuerpo, la mente y el corazón, y nadie ve eso.
Por eso cuando alguien este expresando o haciendo arte, sea bailando, pintando, cantando o lo que fuere demosle nuestro respeto, porque nuestra nota mas alta es un aplauso.
"SOLO RESPETA ESTA QUE ES MI VIDA"